El bartender de tus amigos
¿Te imaginas agitando la coctelera? Sin duda, que un coctel te distingue y personaliza tus reuniones. Solo necesitas, armar tu barra con algunas botellas y algo de cristalería, apuntar unas recetas que te voy a ir enseñando, y darle ritmo a tu fiesta con tu playlist favorita.
La experiencia de coctelear
Para mí, el coctel es una de las experiencias más divertidas y glamorosas de beber, pero no por eso inaccesible.
Lo descubrí con el tiempo, luego de unas cuantas lecciones sobre vino. Hoy, le dedico junto a las bebidas como el whisky o el vermut, un lugar en mi biblioteca; un momento cuando llego a un restaurante, y por supuesto, una inversión en mi preciada mesita de bar. Aprendí que la coctelería no es solo para profesionales. El bar en casa, está al alcance de todos, sólo si manejamos algunas ideas y herramientas.
¿Qué es un clásico?
Habrás escuchado decir, "este coctel es un clásico" o "es la evolución de un clásico". En verdad, no es más que la forma de identificar un coctel con una receta, un lugar y un momento en el tiempo. Estos cocteles nos enseñan mucho, y deberíamos tenerlos en nuestro recetario. Además, no son para nada difíciles de preparar.
Entonces, un clásico es aquel que, después de muchos años de haber sido creado, sigue vigente. Un clásico, es aquel que, con sutiles diferencias, se puede disfrutar tanto en el Hotel Savoy de Londres, en el St. Regis de New York, o en Buenos Aires; basta con sólo nombrarlo para que el bartender sepa lo que tiene que hacer.
El Manhattan, el Old Fashioned, el Negroni, son algunos clásicos con más de un siglo de vida; el Cosmopolitan o el Expresso Martini son clásicos contemporáneos, constituidos como tal desde los 80’. Se trata de cocteles que, resistieron el paso del tiempo y atravesaron a generaciones de consumidores. Además, son aceptados y validados por la comunidad profesional de bartenders y la literatura.
De modo que, esta aventura de coctelear, empieza por ir a una barra y pedir un clásico, o que mejor idea que, convocar a tus amigos que seguro van a soportar con altura tu gran debut.
Nada mejor que unas burbujas de bienvenida
Para estas opciones, no necesitas herramientas; y son perfectas de aperitivo o conocidas como “welcome drink”.
Comencemos con el clásico Bellini, mezcla de Prosecco (el vino espumoso del Veneto de uva blanca glera) y pulpa de durazno. Un producto que se encuentra en todas las tiendas.
Una creación de Giuseppe Cipriani, el dueño del Harry´s Bar de Venezia, quien explica que “Un día, en verano, mezclé el jugo de melocotones frescos con un buen Prosecco de Conegliano; vi que gustaba mucho a todos los clientes y como era el año de la exposición antológica de Giambellino lo llamé Bellini; y se convirtió en un clásico”.
La pasión por la pintura de Cipriani lo llevo a comparar el color algo naranja del cóctel, con la cromática habitual de Giambellino, pintor veneciano del quattrocento.
El Rossini, es la versión con jugo de frutillas, nacido en honor a Gioachino Antonio Rossini, gran compositor de ópera italiana. Otra variación es el Puccini, con jugo de mandarina. Y el Mimosa, con jugo de naranja, nacido en el Ritz de Paris, lleva el nombre de las flores amarillas de la planta llamada Mimosa.
Comments