La coupe, entre senos, pasteles y más mitos
Sabemos desde hace más de cuarenta años que la forma de una copa influye en la percepción del aroma y el sabor, así que ¿cuál sería la copa ideal para disfrutar de las burbujas? ¿Qué historias y mitos hay detrás de las copas de Champagne?
De la Grecia antigua a los senos de Kate Moss
En aquellos primeros días el Champagne, no era tanto una bebida para saborear, sino más bien algo para beber de golpe, como un shot de tequila. La copa era básicamente, era un cuenco redondo de tallo corto. Pero, ¿dónde se originó esa forma?
Sin duda, que el relato que más ha trascendido, es que esa copa está inspirada en los senos de una mujer, pero no en cualquier pecho. Se rumorea que la forma se inspiró en el seno de María Antonieta. Pero el argumento es fácilmente rebatible por los historiadores, pues la copa es anterior a su reinado. Tan anterior que podría derivar del kylix griego, una copa o cáliz en el que se bebía vino en fiestas y celebraciones, con dibujos en el fondo, que había que descubrir cuando se acababa el vino.
En realidad, todas las referencias a los pechos de otras mujeres como Helena de Troya o Madame Pompadour, incluso Kate Moss más recientemente, son rumores o historias bonitas de contar. Sin embargo, las razones más simples serían las más sensatas.
El Champagne producido en esos tiempos, en la Francia del Siglo XVI, era muy dulce, y era habitual, sumergir el pastel o el postre en la copa para saborearlo mejor.
Además, el ancho de la copa permitía que la efervescencia, que entonces se consideraba vulgar, se dispersara más rápido.
Estos parecen ser argumentos válidos para que haya sido la copa más utilizada cuando el Champagne corría por las fiestas y las habitaciones de la corte.
Pero también es cierto que, nunca hubo una copa dominante sino por el contrario, cuando se expandió el consumo del Champagne – de las cortes a las clases altas y a la restauración – y, sobre todo, cuando evolucionó la industria del vidrio a partir del vidrio de plomo, los fabricantes se animaron a múltiples formas y diseños.
La sensualidad de la coupe
Los expertos en historia del arte, demuestran que una copa de Champagne no solo es un símbolo de artesanía, sino que, también representa siglos de movimientos e influencia artística (desde el orientalismo, pasando por el Art Nouveau, el Art Deco y los estilos neogóticos).
La coupe, tuvo su momento de gloria en los años 20, en los 60, y más recientemente, incluso en la coctelería; aunque para algunos, no es la más apropiada debido a que el diseño abierto hace que los aromas y las burbujas se disipen rápidamente, y por eso la recomiendan para los espumosos dulces o semidulces. (demi sec o douex).
Pero los rumores sobre las mujeres que la inspiraron aún persisten, y eso dice mucho sobre la sensualidad. Después de todo, era la favorita de las flappers de los años 20, y las principales damas de Hollywood, desde Marilyn Monroe hasta Sophia Loren, fueron fotografiadas con frecuencia bebiendo en una coupe en sus días de gloria.
En 2008, Karl Lagerfeld creó para la casa Dom Pérignon un cuenco de porcelana inspirado en los senos de la super modelo Claudia Schiffer. Y para celebrar sus 25 años en la industria de la moda, Kate Moss prestó su pecho izquierdo para el diseño de una copa encargada por el restaurante “34” de Londres.
La copa flauta y la tulipa
En algún momento después de mediados de los años 50, la copa flauta empezó a aparecer en escena; y en los años 80 y 90, fue dominante.
Sin duda que una copa más estrecha y con boca más cerrada, acentúa la efervescencia y la frescura.
Pero estos no son los únicos atributos de un vino espumoso, ni mucho menos de un Champagne que es un vino con textura, con volumen de boca y aromas complejos.
También existe la copa tulipán (tulip), que cumple una doble función: mantener vivas las burbujas durante más tiempo y también, con un cuenco más amplio y generoso que se estrecha hacia la parte superior, permite una mejor expresión de los aromas.
¿Y qué tal una copa de vino?
En los últimos años, esta es la teoría a la que muchos abonan.
Si el Champagne y otros espumosos son vinos, ¿porque no apelar a las copas de vinos?
Algunos son vinos frutados y frescos, otros tienen más complejidad y boca, pero siempre son vinos, por lo que la idea de usar copas de vino tinto o blanco, no suenan para nada disparatadas, y además es por demás práctico.
De manera que, si tenemos en casa una copa de vino blanco, sin duda es muy adecuada para espumosos. La misma copa en la que bebemos un chardonnay, un rosado, incluso un tinto bien fresco, ahí mismo es posible disfrutar unas ricas burbujas.
Para preservar la temperatura siempre la botella en la frapera (ice bucket), y servimos de a poco, para disfrutar los aromas y el cosquilleo de las burbujas en la boca.
Ahora si con estos consejos, anda pensando que espumosos vas a saborear en estas fiestas.
Salud y a rockear tu copa de burbujas.
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