¿Tempranillo tinta o tempranillo blanca?
Si sos un amante del vino o de la cocina española, seguramente, has probado un Rioja tinto y quizás con una paella. Pero seguramente, de la tempranillo blanca no sepas casi nada. Hablamos, por un lado, de la gran uva tinta de los vinos de la península y, del más famoso el Rioja; y, por otro lado, de una de las mutaciones más reveladoras de la última década.
Tempranillo y Rioja, un matrimonio histórico
Por mucho tiempo, el mundo ignoró la tempranillo, era la uva tinta rústica del norte de España, solo reconocida a nivel estrictamente local. Recién a mediados de los años 90, comenzó su carrera internacional.
Claramente, hoy es la uva dominante del Rioja, el vino más exitoso y embajador de España. Por eso, un Rioja es a España, lo que un gran vino de Bordeaux es a Francia. Tan es así, que el modelo riojano se inspiró en los vinos de la meca francesa; si hasta se mencionaba en las etiquetas el Medoc Alavés.
Si nos animamos a hacer un paralelo con el tinto blend más célebre de Francia, la tempranillo en el Rioja desempeña el mismo rol que el cabernet sauvignon, mientras que la garnacha mucho más jugosa y afrutada sería el compañero ideal como lo es el merlot para el cabernet. Luego están la mazuelo y la graciano, que también hacen su contribución al blend.
Hasta los años 90, la mayoría de los tintos de Rioja tenían más sabor a roble que a uva. La forma tradicional de elaborar Rioja (crianza en barricas de roble americano) eclipsaba el sabor propio de la fruta.
Pero desde que las bodegas de Rioja comenzaron a envejecer sus vinos durante períodos mucho más cortos en roble francés, a elaborar vinos jóvenes sin crianza en barrica, o más recientemente, vinos de producciones limitadas pero enfocados en el territorio (vinos de Zona, de Pueblo o de Finca) los amantes del vino podemos disfrutar de muchas dimensiones que la uva tempranillo puede ofrecer.
¿Como es la tempranillo?
Enológicamente, es una variedad muy versátil, apta para elaborar no solo tintos, sino también rosados, desde jóvenes sin madera, hasta los grandes reserva, vinos de alta gama con largas crianzas, equilibrados, complejos, que se disputan los premios con otros grandes vinos del mundo.
Un Rioja joven deslumbra con sus frutos rojos y, con la crianza, se revelan notas especiadas, café, regaliz, cuero, tabaco… En boca, su perfil frutal y floral evoluciona hacia un paladar elegante, caracterizado por un buen equilibrio entre acidez y alcohol, con taninos finos y suaves.
La tempranillo también se luce en otras regiones españolas. En Ribera del Duero, la alta meseta en Castilla y León, se la conoce como tinto fino o tinto del país y en la pequeña y cálida región de Toro, se la bautizó como tinta de toro. Los vinos de Toro son exuberantes y potentes, frente a los de Ribera del Duero más balanceados y de cuerpo medio.
Del otro lado de la frontera, en Portugal, la llaman Tinta Roriz, y es un ingrediente respetado en los vinos dulces de Porto, en el Douro y otros tintos.
El descubrimiento de la tempranillo blanco
Fue encontrada en 1988 cerca de Murillo del Río Leza en La Rioja. El viñedo en el que se encontró producía tempranillo. El productor notó que un racimo en particular, en lugar de volverse azul violáceo, eran de un verde dorado. El productor junto a científicos del Centro de Investigación y Desarrollo Agrario de España tomaron muestras, las propagaron y clonaron para estudiarlas a fondo.
A mediados de los años 90, fue declarada una variedad nueva, muy prometedora.
Los productores de Rioja encontraron vinos muy agradables y finalmente, el Consejo Regulador en 2007 la aprobó como una cepa más en los vinos de Rioja blancos.
La tempranillo blanco parece ser el resultado de una mutación natural y espontánea, que se produjo durante el crecimiento de un brote secundario en una vid de tempranillo.
Parece raro, pero es así, la naturaleza es caprichosa, evoluciona y se adapta para sobrevivir.
Hoy Rioja tiene grandes vinos blancos de viura, y de esta nueva estrella.
Un delicioso vino con profundos aromas a fruta como plátanos, cítricos y tropicales, y un ligero fondo floral.
Y claro, en un mercado, donde los vinos blancos ganan adeptos día a día, esta variedad no tardó en tener su comunidad de seguidores. Ahora si te gusta la paella, podes disfrutarla tanto con Rioja blanco como con un Rioja joven tinto.
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