Whisky + Sauna. Una combinación alocada y bebible
En el mundo de los whiskies finished conocí cosas muy curiosas, pero un “rye sauna finished” confieso que no me lo esperaba. Colocar un destilado en barriles que añejaron previamente un vino u otra bebida, es una técnica que se remonta a principios del siglo XIX. Pero por lo visto, la creatividad ha llegado muy lejos.

¿Dónde se origina esta práctica?
Recientemente, la destilería finlandesa Kyrö festejo su 10mo aniversario con el lanzamiento de un whisky de centeno malteado “finished” en un sauna”.
Sí, como lees, se trata de Sauna Stories No.1, que maduró primero en barriles de Bourbon, y luego, de ron de Jamaica Planteray, colocados en un sauna a 55°C especialmente construido a tal fin.
En un país con 5.5 millones de habitantes y casi 3 millones de saunas, no debería sorprendernos esta propuesta, pero, aun así, hay que valorar la originalidad y la audacia de los creadores.
Pero esta historia, comienza dos siglos atrás en Escocia e Irlanda, donde los brokers de whisky también vendían vinos como Porto y Jerez. Los barriles viajaban por mar desde España y Portugal y, una vez vacíos, los comerciantes solían rellenarlos con whisky de una destilería cercana, en lugar de desecharlos y pagar por barriles nuevos. Con el tiempo, se observó que la maduración del whisky en barriles de otro vino aportaba sabores agradables.
Sabemos que un whisky Scotch, para ser Scotch debe pasar al menos 3 años en barrica; aunque en la práctica se dejan madurar un promedio de 7/8 años mínimo los blend, y unos 10/12 los single malt, de modo de lograr así las mejores cualidades organolépticas.
Ahora bien, el término “acabado” (finished) refiere a un whisky que, luego de una crianza prolongada, se somete a una “segunda maduración en barricas para realzar su sabor final”.
En verdad, no existe una definición oficial para este método, ni una fórmula ni unos plazos. Es un destreza de los maestros mezcladores, que consiste en unos días, semanas o meses y, en algunos casos, años. Lo que tampoco está regulado, y es justamente, dónde vemos la mayor creatividad, el tipo de barril que se utiliza.
Los pioneros
David C. Stewart, Master Blender de William Grant & Sons, inició o quizás solo revivió, en la década de 1970 esta práctica. Como maestro mezclador de la casa Grant’s desde 1974 hasta 2023, su experimentó culminó con el lanzamiento de The Balvenie Double Wood, en 1993.

Por su lado, en 1987, Glenmorangie lanzó una versión cosecha 1963 acabada en barricas de Jerez Oloroso.
A este le siguieron otros, Glenmorangie en barricas de Porto, de Madeira y de Sauternes. Todos dignos de colección.
Y muy recientemente, la Pursuit of Passion, una colección acabada en barriles de grandes vinos.
En principio, estas innovaciones, no llamaron demasiado la atención, pero sin duda, marcaron el camino a lo que hoy si vemos como una de las tendencias más definidas.
Tanto así que, los maestros mezcladores viajan a las tonelerías lejanas de todo el mundo en busca de barricas interesantes y atractivas, con el propósito de ampliar el abanico de sabores hasta donde pueda explorar el paladar más curioso.

En cambio, destilería Kyrö, no viajo más allá de su tierra, sino que apeló a su historia y a su cultura.
Colocar los barriles de whisky de centeno malteado en un sauna en la etapa final de su crianza, supone un proceso de calor, que favorece la evaporación, la concentración y la absorción de los sabores que el whisky recibe de la madera. Se trata de 1900 botellas que, sin duda, van a volar de las góndolas.
Sinergia de marca
Además, el acabado en barrica puede crear lo que se conoce en el negocio como "sinergia de marca":asociar dos o más marcas para que juntas se destaquen entre sí.
Quizás el ejemplo más exitoso de esto sea el lanzamiento de Green Spot Léoville Barton, donde este famoso whisky irlandés se añeja en barriles que, anteriormente contenían vino del legendario château de Bordeaux de propiedad irlandesa.

El Bourbon no se quedó atrás. Los fabricantes de whisky estadounidenses se mostraron lentos al principio, debido a que las normas exigen que el Bourbon se envejezca en barricas de roble americano nuevo carbonizado, pero la aparición del delicioso Angel’s Envy Port Finished, en 2011 cambió todo eso.
Esta práctica es posible, siempre que el envejecimiento primario se realice en barricas de roble nuevas y carbonizadas, y la barrica secundaria no sea una barrica de Bourbon usada.
Lo cierto es que esta tendencia, que comenzó con el whisky, se trasladó a otras bebidas, y así vemos Tequilas en barricas de brandy, rones en barriles de Jerez o Porto, y gines en barriles de Cognac. Pero la idea de barriles en un sauna, se lleva mis aplausos y seguramente, miles de likes.
Te dejo mis favoritos, por ahora, pues espero seguir disfrutando de muchos más.
Angel’s Envy - Oloroso Cask Finished - Bourbon
Balvenie - PortWood 21 year old - Scotch Single Malt
Penderyn - Madeira Finish - Welsh Single Malt
Aberfeldy - 18 year old - Cabernet Sauvignon Cask Finish - Scotch Single Malt
Chivas Regal Extra - 13 year old - Tequila Cask
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