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Deshojando la Margarita

En la Pizzería Brandi ubicada en Nápoles, la capital del antiguo Reino de las dos Sicilias, luce enmarcada una carta del rey de Italia. Una carta, tan curiosa como polémica, en agradecimiento por la creación de la pizza favorita de la reina.



Margarita. La pizza de la Reina y la Reina de las Pizzas

En 1889, el sur de Italia, resentido por la pérdida de su independencia, recibía al rey y la reina, que buscaban ganarse el corazón de sus súbditos.

Cuenta la leyenda que durante su estadía en el Palacio Capodimonte, la reina Margarita se hartó de la comida francesa, que era la consumida por la realeza europea de la época.

 

La soberana le solicito al maestro pizzero de Nápoles, Raffaele Esposito, que horneara tres pizzas. La de ajo -Marinara- no le gustó, la de anchoas -Napoli- tampoco. Pero la de salsa de tomate con mozzarella y unas hojas de albahaca le pareció deliciosa.

Esposito bautizó a la pizza ganadora con el nombre de la soberana, y le pidió a cambio que le diera el sello real a su pizzería. Una carta con el sello real que, los herederos de Esposito, lucen en la pizzería.

 

Cuanto tiene de verdad esta historia ¿mucho, poco o nada?

Seria demasiada casualidad que a la Reina le haya gustado la pizza cuyos colores son los mismos de la bandera italiana. La elección de la pizza evidencia la intensión de los monarcas de aceptar al sur y a sus tradiciones, y los colores simbolizan que el sur acepta finalmente la unificación.

La fábula tiene todo el atractivo que tiene que tener y a mí me encanta contarla. Es tan perfecta que no parece real. Pero si llegaste hasta acá, termina de leer como sigue el cuento.

 

La cuestión está en la carta de agradecimiento del Rey al maestro pizzero. Quienes estuvieron detrás de esta historia, hurgaron en los archivos de Nápoles y al parecer un tal Raffaele Esposito recibió en 1871 un permiso para poner el sello real a su establecimiento. Pero el local no era una pizzería sino una licorería.

 

Recién en 1883, Espósito se casó con la hija de un famoso pizzero, Maria Giovanna Brandi y abrió su propia pizzería llamada "Pizzería de la reina de Italia". Pero esto fue seis años antes de la visita real. O sea, las fechas no dan crédito.

 


La carta de la discordia

También cuestionan la veracidad de la carta. La misiva tendría un sello real que, si se observa con atención, resulta muy similar pero no idéntica a los sellos reales de la época.

 

Para otros la carta dice: “Querido Rafaelle Espósito Brandi”, y Raffaele como todos los hombres italianos, no usaba el apellido de su esposa, lo cual demuestra que fue un invento de los hermanos Brandi cuando compraron la pizzería en los años 30.

 

Lo que nadie discute, es el sabor de esta pizza; que a base 3 ingredientes, hizo de la pizza Margarita la más famosa del mundo.



Pizza y vino

Seguro asocias la pizza con la cerveza, y no está mal. Pero te invito a probar con una copa de vino o un coctel. Además, la variedad de pizzas, nos permite pensar en diferentes vinos.

Una pizza con cebolla confitada y blue cheese fundido, es deliciosa con un chardonnay OAK de Napa Valley o Sonoma; una pizza con verduras asadas como pimientos, hongos y zucchinis, con un frutado malbec mendocino o un Chianti ligero.


Si queremos tomar un tinto más potente, quizás un Rioja o un cabernet sauvignon, no descartaría probar con una pizza con un queso ahumado, con bacon o pepperoni.

Para la madre de todas las pizzas, la Margarita o la de prosciutto y rúcula, un rosado es ideal o un espumoso como el Prosecco blanco o rosado. Si te gustan los cocteles, en ese caso, te sugiero un Spritz Veneziano (a base de Prosecco y Aperol) o un vermut coctel como el Americano o el Negroni.



Es decir, que el ejercicio es, pensar en la salsa y lo que acompaña a la masa de pizza, y luego la casamos con el vino u otra bebida. Y si te divierte la idea, investiga en internet recetas de masa madre para pizza. No hay excusas para no practicar. Además, no existe ni se inventó todavía, el amigo/a que rechace una invitación para comer pizzas.

 

 

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